9 años de prisión para dos Chacabuquenses

En tan solo 20 días del robo a la distribuidora Di Santo, el juez de garantías Pablo Peñasco condenó a 9 años de prisión a los dos autores del asalto a mano armada ocurrido en calle Los Sauces a metros de la intersección con Balloffet.

 

 

Es que los autores se arrepintieron y confesaron el hecho durante la instrucción y sus abogados aceptaron un juicio abreviado con el objetivo de acelerar la causa.

 

 

Esta posibilidad que se contempló en la modificación del Código procesal Penal le dio al juez de garantías una herramamienta que fue consensuada entre las partes con la conformidad de la víctima.

 

 

Es así que Eduardo Durio Sigali y Diego Germán Hernández, ambos domiciliados en Chacabuco, fueron condenados a 9 años por el robo agravado con arma de fuego, pena que está enmarcada en una escala de 5 a 10 años de prisión según el Código Penal vigente.

 

 

En este contexto los dos permanecerán en la Cárcel local pero según su abogado «vamos a pedir el traslado a Junín para que estén cerca de sus familias». Lo cierto es que los delincuentes deberán enfrentar cargos por otros robos similares en la provincia de Buenos Aires.

 

 

Por su parte el entregador, cómplice necesario de los ladrones, seguirá detenido a disposición de la Justicia.

 

 

Durio y Hernández, munidos de una 9 milímetros y otra pistola de importante calibre, asaltaron el 3 de noviembre a los dueños de la distribuidora. Encapuchados ingresaron al depósito, amenazaron al personal y se llevaron $550.00 más cheques.

En el intento de escape debieron abandonar su vehículo y usaron el de un tercero que circulaba por el barrio Unimev a quien a punta de pistola se lo quitaron.

 

 

Los ladrones que viajaron especialmente desde Chacabuco a San Rafael, para cometer el robo, abandonaron el 147 en inmediaciones de Villa Laredo. Allí se escondieron en un seminario sobre la calle Rawson y se entregaron al otro día.

 

 

La Policía recuperó el dinero, que fue enterrado, las armas, capuchas y guantes que fueron pruebas determinantes para culpar a los sospechosos.

 

 

Diez días más tarde cayó el entregador que era empleado de una empresa de distribución. Lo detuvieron en San Rafael cuando viajaba en un camión de la empresa 3M.

 

Habría actuado como entregador un trabajador de la firma Don Yeyo, quien a su vez pasó el dato para que los delincuentes robaran una distribuidora en San Rafael. La policía recuperó el dinero de su último atraco y los detuvo en un seminario, en donde se habían refugiado.

 

 

Este entregador fue detenido por la policía Mendocina y se trata de un chofer –contratado- que distribuía productos de la firma Don Yeyo, y que reside a una cuadra de los detenidos. En Coronel Suarez, el chofer de la firma Don Yeyo, había estado distribuyendo productos 48 horas antes de cometerse el robo.

 

En la Ayudantía Fiscal de Coronel Suarez, se está a la espera de la copia de las actuaciones producidas como así también de los efectos secuestrados, a fin de ordenar pericias y reconocimientos. Para los investigadores, no quedan dudas que se tratan de las mismas personas que cometieron el hecho en la distribuidora local.