A las claras, por defender lo nuestro

golia_darioEl legislador provincial, Rubén Darío Golía, puso de manifiesto hoy lo siguiente: El anuncio de la baja del precio del combustible y el sostenimiento del valor del dólar demuestran que hemos podido cerrar el año sin los finales apocalípticos que algunos economistas vaticinaban respondiendo a los intereses de los grupos financieros en medios de comunicación que también juegan un rol funcional en esta maniobras.

Tal es así, que a partir del 1° de enero habrá una reducción del 5 por ciento en el precio de la nafta y el gasoil, dispuesta tras un acuerdo entre el gobierno nacional, las provincias petroleras, los sindicatos del sector y las empresas de hidrocarburos a raíz de la caída del precio internacional del petróleo, a pesar del desacoplamiento que ha venido sosteniendo este modelo económico para mantener el consumo interno en contra de las corridas de los precios internacionales. Esto manifiesta una vez más la clara intención de la defensa del mercado interno.


La caída del precio internacional le genera al país un doble efecto: por un lado, le permite al Estado un ahorro en la importación de combustibles por aproximadamente 2000 millones de dólares al año. Sin embargo, en el camino hacia el autoabastecimiento, que requiere enormes inversiones de parte de las empresas del sector, sólo se dispuso una caída de sólo 7 dólares del barril local de petróleo con el objetivo de mantener un piso de rentabilidad y la voluntad inversora en el sector; precisamente, YPF necesita mantener sus niveles de rendimiento para financiar la producción en Vaca Muerta. Estas medidas resultan muy por el contrario de la falta de previsibilidad y la demagogia a corto plazo con las que fueron presentadas por el economista Tomas Bulat.

En este sentido, el mismo CEO de Shell, Juan José Aranguren, que años atrás defendió el acompañamiento de los precios internacionales, hoy se olvida de su liberalismo económico porque la situación del petróleo nacional está por encima de los precios internacionales.

Un escenario muy diferente del que tuvo que afrontar Néstor Kirchner cuando le pidió a los argentinos que a Shell no le compremos “ni una lata de aceite” por la suba unilateral de precios dispuesta por la compañía en el 2008 y su violación a la Ley de Autoabastecimiento.

La política oficial desde el fin de la convertibilidad ha sido desvincular el precio interno de la energía del valor internacional. En materia de combustibles ello se reflejó tanto en la política de retenciones a la exportación de petróleo y derivados, como en el subsidio a las empresas generadoras de energía que utilizan combustibles importados como insumos para su producción. El objetivo de esta política a través de los años ha sido sostener un precio interno de la energía y los combustibles más barato que en el mercado internacional.

Lo anterior demuestra una vez a qué intereses responden las acusaciones de falta de claridad y previsibilidad de las políticas que viene llevando adelante esta gestión. Esto también quedó demostrado con la oferta anticipada del pago del Boden 2015, que implicaba 6700 millones de dólares, en la que el 98 por ciento de los inversores optó por continuar con la tenencia de instrumentos de deuda argentinos frente a la posibilidad de cobro en dólares, en tanto que el mercado cambiario no demostró la rentabilidad con la que el mercado ilegal se presentaba. El 3 de enero el dólar en el mercado negro cotizaba a 10,29 mientras que el cierre actual es de 13,38 lo que demuestra una variación escasa para la imprevisibilidad que ofrece esta opción frente a otras posibilidades de inversión.

Resultan claras las metas que propone este modelo frente a cada coyuntura internacional: el desarrollo de la industria nacional para el abastecimiento del mercado interno y la defensa de los precios al consumidor, y el sostén del valor de la moneda nacional para ofrecer competitividad y previsibilidad a nuestra economía.

Están a la vista entonces quienes son aquellos que están en contra de nuestros intereses nacionales, tal como lo enunció nuestra Presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el acto de celebración por los 31 años de democracia: “antes venían con armas y cañones, ahora vienen con las armas de la economía, son el terrorismo del mercado”.