Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia

El 24 de marzo de 1976, comenzaba una triste etapa para nuestra historia. Estos años oscuros, finalizaron  producto de un pueblo harto, cansado y herido, pero decidido a vivir en libertad. Es así como en 1983, el pueblo argentino, eligió a Raúl Alfonsín, como el presidente de la democracia recuperada.

Ese 24 de marzo, se produjo en nuestro país, el último golpe militar que puso en marcha un plan siniestro y sistemático de destrucción, de toda forma de oposición y resistencia. En nombre de la seguridad nacional, miles y miles de personas, pasaron a integrar una categoría tétrica y fantasmal: desaparecidos. En nombre de la seguridad nacional, se apropiaron de chicos nacidos y por nacer, robándose su identidad.
Los militares  robaron, no sólo la identidad de personas, la democracia y la constitución, sino también los derechos de todos los argentinos, a través de la represión cuidadosamente planificada y sistematizada, que se desarrolló en forma brutal, clandestina e ilegal. Había un estado terrorista paralelo, oculto, funcionando junto con las instituciones más «visibles» y tradicionales de la sociedad argentina.
Con la llegada de Alfonsín, y el retorno de la democracia, se creó la CONADEP, la cual tuvo como misión el esclarecimiento de los hechos relacionados con la tortura y desaparición forzada de personas.
En el año 1985, se realizó el Juicio a las Juntas Militares, se marcó un hito en la historia del país, puesto que por primera vez, se juzgaron y condenaron a miembros de las Fuerzas Armadas, involucrados en graves violaciones de derechos humanos.

Parece una etapa finalizada, algo muy lejano. Una etapa, sin duda  muy oscura y triste pero que terminó; por lo tanto, muchas veces, una etapa olvidada de la historia de nuestro país.

Entonces, por qué recordamos el 24 de marzo?
Lo recordamos porque es una herida que sigue abierta, porque siguen existiendo desaparecidos en democracia, porque aún hay nietos sin recuperar, porque todavía hay militares sin juzgar, porque aún hoy  tenemos miles y miles de personas con sus derechos vulnerados.
Conmemoramos este día, como una forma de no olvidar el pasado, nada se construye sin memoria, sin olvidar, es como creamos conciencia.
Es nuestro deber, nuestra obligación, no olvidar. Debemos rendir homenaje, al menos desde el pensamiento, a aquellos que pagaron con su vida por pensar distinto, por imaginar un mundo diferente. Debemos tener memoria, exigir justicia y verdad.

Unión Cívica Radical Chacabuco – Juventud Radical Chacabuco