Las crónicas relatan que, la noche del 14 al 15 de abril de 1914, mientras el transatlántico británico de la White Star Line se hundía indefectiblemente en las frías aguas del océano, la orquesta que animaba la velada de los pasajeros de primera clase siguió ejecutando su música hasta que el mar se los llevó también a ellos.
Se hundieron todos juntos, los músicos y su música, los pasajeros de primera, de segunda y de tercera clase, la tripulación. El supuestamente inundable Titanic terminó en el fondo del mar.
En la proa del barco chacabuquense hay fiesta de nuevo. La Fiesta Nacional del Maíz. La fiesta del pueblo que se realiza desde hace 39 años para el mes de noviembre más o menos. Y se hace en Chacabuco porque era una de las zonas maiceras por excelencia del país. Era. Pretérito imperfecto. Desde hace muchos años dejó de serlo. Y a medida que pasan los años la superficie sembrada de maíz en el partido decae. La producción agrícola que nos hizo conocidos como la capital del maíz desaparece en detrimento del boom sojero o por otros motivos que guardan directa relación con las políticas económicas para el sector. Hoy no conviene sembrar maíz.
Entonces celebramos una Fiesta del Maíz con cada vez menos maíz. Año a año la siembra de maíz se hunde, como el Titanic.
Desde hace un tiempo la fecha de celebración se adelantó para que coincidiera con la del aniversario de la fundación del partido de Chacabuco que es el 5 de agosto. Y por esas cuestiones del destino este año se realiza una semana antes de las elecciones primarias. Justo la semana antes. Y con tremendo despliegue. Y ojo con quien se atreva a cuestionar al gobierno, aun siendo Reina o embajadora de la fiesta. Como Juventud repudiamos el hecho de intolerancia y discriminación que sufrió Leilén Trecco, reina saliente.
El municipio festeja. Un municipio que no arregla los caminos rurales que simplificarían el trabajo de aquéllos que supuestamente son los principales homenajeados de esta Fiesta. Que no propone ni gestiona una política genuina y factible de desarrollo de la producción agrícola. Que no se ocupa de implementar una política de medio ambiente que controle y preserve la principal fuente de recursos de que disponemos en esta geografía. Y que paradójicamente tiene en la producción rural su principal fuente de ingresos impositivos.
Ese municipio festeja. Y derrocha. Mucho, muchísimo dinero.
Seguramente para el cierre de los festejos haya fuegos artificiales.
Como los que hubo en la cubierta del Titanic antes que apareciera el iceberg.
Y la orquesta seguirá tocando.
Juventud Gen Chacabuco en el Frente Progresista Cívico y Social.